jueves, 8 de diciembre de 2011

Con el dRummer

Mi urgencia
No es la gloria ni la memoria
Ni la luna para nadie.
Hoy, que tengo el mundo a mis pies
Que tengo juventud
Mi urgencia tal vez es la euforia
El cáliz de la flor de la edad
Las ganas de una luna para nadie.
Pero también quiero atinar algunos versos
Para recordarlos mañana
Cuando haya pasado el pasado.
Versos que cuenten historias
De mis años locos
Cuando tenía el mundo a mis pies
Y rompía las calles con el dRummer
Borrachos y felices por una ciudad viva
Llena de marginados y de escoria
Pedigueños de esquina
Cartoneros sin derecho al piropo
Porque en los años locos
Las chicas elegían a quien agradecerle un verso
Y a quien esquivarle los ojos
Con desprecio impune
Como si tuvieran razón en ofenderse por gustar.
De ese entonces voy a contar que tuve
Mujeres con ojos de fuego
Algunos trastornados amores
Un curioso miedo al sexo
Y una fascinación
-adrenalina, temor y calentura-
Por esa imagen sublime
De los cuerpos anudados
En noches húmedas
con sueños oscuros y despertares al teléfono
dos, tres de la tarde
y los cuentos del dRummer
siempre más promiscuo que yo
con una admirable inclinación al optimismo
al serecontrapuede que siempre decía
en sus historias pervertidas que parecían comedias
la humorización del sexo
su don
la humorización de las tragedias
de las noches suxis
y la soledad.
¿Tuvieron eso mis años locos?
Me lo pregunto cuando todavía no se fueron
Y un poco los despido
¿se terminaron ya, dRummer, nuestras noches vagabundas?

Siempre nos faltó poesía para sentirnos beat
Pero el desprendimiento
El sentido de insignificancia de nuestras vidas
Nos revestía de esperanza:
Solo amábamos porque sabíamos que era un juego
El dRummer más que yo
Que siempre llevaba los baldes de suxi
A las comidas chinas
Y me agarraban de punto
Porque veían que no pulía mis broncas
Y sufría por no disfrutar mis años locos
Esos que vivíamos
Porque veían que me costaba el sí fácil y el estar
El solo y simple estar
La echadez de los días plomizos
La inanición
La anatema que nadie quería escuchar:
“qué suxi estás”
Una imprecación inocente pero implacable
Reafirmación de la doctrina del infeliz recurrente
Ese que siempre fui en mis años locos
-años de angustia
Por lo demás
Y de noches sin romance
Con lunas porque sí, porque la astrología
Y yo y el dRummer
En las calles de nuestro Buenos Aires compartido
Que supo mejor que nadie
Mejor que yo al menos
Que no hay urgencia menos urgente
Que la de recordar la gloria
Y la memoria
Que implica estar viviendo cualquier juventud.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lindas noticias

Uno no cree en los premios... hasta que está de acuerdo con ellos.

¡VAYA EL PREMIO CERVANTES PARA NICANOR PARRA!

salú!


http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5jQ_Szc8A3hZcsZoIlgd1yMGmspAg?docId=CNG.df8690bf643bddecadd592d44c2cd3e4.121

lunes, 14 de noviembre de 2011

Reglas

Estos textos, mediocres por no decir malos, se convertirán en arte si yo me vuelvo célebre.
Tal es la estupidez del mundo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Chez Pauline

Gasté
en una torta y un té
-francés, vale aclarar-
lo mismo que en un libro de poemas.

(No sé si el comentario revela algo
no tendría sentido pensarlo en esos términos)

Pero los poemas durarán mucho
mucho más que el té y la torta
y me depararán mayores placeres.

(E inevitablemente vuelvo a preguntarme dónde está el sentido
siendo que ninguno de los dos salió barato).

domingo, 9 de octubre de 2011

Cita

Dice Le Clezio, y yo le creo:
"Escribir solamente sobre las cosas que se aman, escribir para unir, para reunir los fragmentos de la belleza y después recomponer y reconstruir esa belleza. Entonces, los árboles que están en las palabras, las rocas, el agua, las chispas de luz que están en las palabras se encienden, brillan de nuevo, se lanzan y bailan".
Lo mismo que aquel inicio del Golem pero con vísceras: el nombre es arquetipo -y estrella y rabino y amante- de la cosa.
Una vez más, una tarde de domingo me deparó viejas alegrías.

viernes, 19 de agosto de 2011

De los Aniversarios

Otro cumpleaños en la nieve.
El anterior fue, a mis 17 (o al paso a los 18), en mi viaje de egresados. Incité a mis compañeros a golpearme al grito de "dale, putos". Qué tiempos aquellos.
Hoy la nieve está teñida de trabajo, pero sigue siendo divertida, aun, a pesar de su insípida blancura y su frío karma. A pesar de las marcas que la visten (las cuales me hacen venir a contarlo). Y a pesar de tanta opulencia grotesca.
Así recibo mi cumpleaños.
No tener Facebook me recuerda lo solo que estoy, aunque no tanto: un puñado considerable de llamados sustentados solo en la memoria. Buena cosecha.
Prefiero vivir así que creyendo que me quieren mis supuestos tres mil quinientos amigos...
En fin. La noche llama. El alcohol...
Salud para mi, dinero y amor...

lunes, 27 de junio de 2011

Sweet Sorrow


En un día negro para el fútbol argentino, para el fútbol mundial, para el fútbol...
En un día negro para uno de los clubes más grandes del país
En un día negro (que se extenderá quién sabe cuánto tiempo) para millones de personas
Yo pienso, en este día negro,
qué lindo tener alma de tanguero...
qué lindo el color negro de esta vida!

martes, 14 de junio de 2011

Sobre el 14 de junio o los aniversarios que me acuerdo

Quise escribirle un poema alguna vez, pero el intento quedó vano.
Supuse de antemano que una canción no le gustaría, tal vez una milonga, pero no domino los trabajosos rasguidos de una guitarra.
Pensé también en una semblanza, pero sería una más, un poco más de agua bajo algún puente en el que, dicho sea de paso, siento estar desde que nací. Porque crecí en un puente viéndolo correr, a él, a Borges, único en su especie, universal.
A sus veinticinco años prolijos de ausencia y de muerte, yo sigo queriéndolo como siempre, como nunca, de esa manera única que se presta cuando no se lo conoce, porque no lo conocí. Soy de los pocos que no lo conoció, parece... Digo, en persona. Una vez él mismo bromeó con Bioy mientras firmaban ejemplares en la feria del libro: "he firmado tantos libros que en con el tiempo será mucho más valioso uno que no haya autografiad". Y se habrá reído, supongo, de esa manera que tampoco conocí.
De todos modos, no haberlo visto no me aleja de su encuentro. Lo quiero tanto, con un amor sin fisuras, un amor libre de ideologías y de espantos, carente de rencor de silencio y de vacío.

Y tal vez por eso todas mis ideas no se completaron en propuestas ni en fallidos. Tal vez por eso solo pensé en hacer esta salvedad, este mínimo minuto para su recuerdo, este sentir profundo que podría leerse así: GRACIAS BORGES, GRACIAS POR TODO.

domingo, 12 de junio de 2011

El hombre imaginario, de Nicanor Parra

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

Nicanor Parra

jueves, 9 de junio de 2011

Chiste fácil a la rima dispar y al desorden desprolijo que se da al limpiar con prendas un resto rebelde de fileto

Remedo con un calzoncillo
La mancha sucia del bar
Lo que se cayó en el piso
Lo que no he de remedar
Compongo con un calzón
Tirado en el piso del cuarto
Que nunca pude ordenar
Y ni quiero ordenar tampoco
Porque así puedo tener
Remedios en cada lugar
Para todo enchastre casual
O para jugar nomás a esconder
Las cosas de mi placard
Y poder así remedar
Mandar de aquí para allá
Las manchas de mi torpeza
Si cae en el piso cerveza
Yo ensucio mejor la mesa
Y si como a la noche en ella
Busco un calzón en mi pieza

lunes, 30 de mayo de 2011

Mientras escucho Amy Winehouse

(para leer mientras escuhan la canción)

http://www.youtube.com/watch?v=zzlzI3BnoGw

Mientras escucho Amy Winehouse pienso en el esnobismo de las masas, esas nueva entidad seisieteochesca que entabló la sensación de que cualquiera que debata será considerado seriamente si dice cosas como “el movimiento popular” o qué sé yo. Pero Amy Winehouse se filtra mientras quiero una moto y mis dedos en el teclado escriben como bailando en algo que no me pasó nunca porque hasta las tildes entran con ritmo y no sé si alguien sentirá este fluir sentido que sí siento cuando el saxo sin sexo pero con resuena en mis odios amywineehausianos esta tarde y pienso que tal vez el sexo esté y está pero lo perdí ayer por la tarde después de ver “El artista” de Cohn-Duprat, que con Laiseca dieron vida a esa misma misma misma película que vi ayer. Puede que nada de lo que diga tenga sentido si no se lee con amy y su sonido de fondo pero qué me importa esto no es escritura para nadie más que para mí que estoy experimentando una nueva inédita sensación de sacudida hasta las vísceras bailarinas de la suerte… mi cabeza se mueve a ritmo, me ven, me ven, me miran como un loco, que loco y recontra loco juego en el teclado, pierdo las ideas, gano en dudas en olvidos y veo que la canción era “Just friends”, qué extraño, ahora “Back to Black”, curioso, y mi periodo negro está clarísimo en esta crónica de la fluidez del dedo que a dedo y dedo hace palabras como dedo, como la película “El dedo”, que quise ver ayer y no me gustó, tal vez poniéndola en silencio, enjoy the silence, pero no pudo ser. Ahora se va el ritmo, en negro todo se vuelve depresivo y en la curva me reanimo vamos para arriba y leo y escribo y escucho, todo lo que hago está perfectamente bien, coreográficamente hermoso, si me vieras, tú, que llenas todo de alegría y juventud, a las tres de la tarde de mi lunes de cierre, cuando todos abren sus ventanas a la vida y yo con amy winehouse descubro parte nueva de la obra, obra que no tuve hasta ahora, mi periodo de sordina y de pop enfrascado y carrasposo, tal vez nunca vuelva acá, a este recóndito lugar de la biblioteca musical ajena donde el viejo, lo veo, lo veo, me busca para hablar pero me encuentra hipnotizado en mis auriculares prominentes con refuerzo de bajos y tanto ritmo. Esto es una aventura que podría durar toda la vida. Escribo lo que dura un disco. Un disco que escucho por primera vez y no paro de escribirle encima, por eso las repeticiones y las fugas, porque me pierdo mientras veo todo a mi alrededor, mi jefa en uno de esos días menos loca que de costumbre pero con tanto celular encima, el viejo que me busca, otra vez, y el disco éste, nuevo para mi, lo descubro a la vez que descubro este deporte de descubrir músicas conforme descubro emociones o deportes. --- Uy, la interrupción de otro jefe que me pregunta cosas porque esto es un trabajo, es un trabajo, pero lo olvido, chasqueo mis dedos, le doy poco de cabeza bamboleante y con medio labio entre mis dientes sigo por el filo de mi texto. No es medio labio, es media boca, es un labio entero que se nutre de saliva y vuelva para adentro sin moverse. Pasan los temas, it´s ok dice amy, casi una amiga de golpe. Quiero una moto, la gente dice que no. Quiero una moto. Stop. Al golpe de pandero. ¿Cuál era la idea inicial? No importa, perdió relevancia ante esta extraordinaria sensación de la perfecta precisión de mis dedos en el teclado, en cada una de las teclas a las que no erro hace rato. Y el esnobismo de las masa de pronto me importa tres cuernos y dos gramos de sombra ajena. Tan poco, tan poco. La comida está por llegar, después de un tema paro, espero poder volver a seguir algún día. Gabriel mira el menú. De golpe me enternece, pero vamos, que es otro de los jefes. Tantos jefes y yo con amy winehouse, fantástica decisión. Fantástico éxtasis. Locura total diría Eduardo. Alquimia en la redacción de la revista Gente en este lunes 30 de mayo para el recuerdo. Y entonces una pausa, pero musical. Ahora sí.

viernes, 29 de abril de 2011

Ultimo día de soltera, ultimo día


¿Qué ganás? ¿Qué perdés? ¿Qué estás a punto de abandonar? ¿Qué aventura empieza? ¿Te habrás preguntado todas estas cosas, Kate? Digo, justo veinticuatro horas antes de convertirte en esposa del príncipe William, en tu último día de soltera, ¿habrás pensado al menos un segundo en la libertad que resignaste, en los millones de cosas indescifrables que te podrían haber pasado de ser distinto tu destino? Pasaste tu último día de soltera bien cerquita de tu destino, en el hotel Goring, a pocas cuadras del Palacio de Buckingham, rodeada de cámaras y de extraños, algún familiar, una hermana acaso, un emisario de tu futuro esposo, un emisario del príncipe, qué va… ¿Habrás pensado, Kate, que se termina el sueño? Ya está, la caja de la ilusión explotó para convertirse en realidad, en mera realidad. Soñar ahora con las rutinas reales se convertirá en el tedio de respetar durante cada minuto de tu vida un protocolo determinado. ¿Qué sueño soporta ser cumplido? ¿Qué vida soporta haber cumplido el sueño?... Kate, princesa Kate, ¿habrás pensado alguna de todas estas cosas ese día de primavera alojada en tu lujoso hotel de Londres? ¿Habrás podido despedirte de vos misma, decirle adiós a la Kate que conociste, agradecerle haber vivido su vida y vestirte después para ser la nueva princesa de moda? ¿Habrás querido? En todo caso, adiós Kate, te despedimos por vos.

La dicha

Uno de esos momentos subllmes de la vida: cuando un libro maravilloso (Contra el cambio, de Martín Caparrós), es sucedido por otro aún más maravilloso y acaso más revelador (Agua viva, de Clarice Lispector). Pasa poco, semejante sucesión de tino en la elección. Pasa poco pero pasa, y entonces: la dicha. Puro despilfarro.

sábado, 16 de abril de 2011

Dos poemas a Alejandra


A Ivonne Bordelois, que no me conocío


I

Dar la vida en poesía
a la ideología de los versos
los campos de batalla de un bar
las plazas de protesta de una ronda
mesas que sostienen cuadernos
hojas que contienen amenazas
y rimas y remaches y revueltas
mientras miro una flor
las palabras de una flor
y veo más que una lila
en la lila
apresada por la palabra flor

II

Me iré mañana
dolida Ivonne
a buscar los sueños de Alejandra
e intentar cambiar el mundo a poesía

lunes, 21 de marzo de 2011

Ser parte de un milagro

Me pregunto cómo ser parte de un milagro y me respondo que sin buscarlo. Pero el ingenio no me alcanza para amainar la intriga. Uno no hace méritos para entrar en la alquimia del destino. Uno apenas construye un poco la suerte de los demás, de los urgentes.
Por mi trabajo, por el oficio del periodismo que llevo a cabo diariamente en Revista Gente, conocí a un chico que busca un milagro. Se llama Agustín Bustos Fierro, tiene que ser operado, y si lo logra va a significar que 40 millones de argentinos juntaron más de un millón de dólares.
Justamente por esa masividad que dan los medios frívolos (o aparentemente frívolos, porque yo dejé el alma en la nota), es que pude intentar ser parte de ese milagro.
Escribo esto para desentenderme un poco de la angustia que me quedó boyando tras la nota. Escribo esto para sacarme los fantasmas de la espalda y decirle a alguien (¿a mí mismo?), que hice lo imposible por ser parte de este milagro.
¿Cómo? Un maestro del periodismo que tengo de colega me dio unas pistas. Y yo traduje:
Escribir con el corazón que Agustín Bustos Fierro se muere. Que necesita un transplante de médula ósea urgente. Que su mejor chance para sobrevivir sale más de un millón de dólares. Escribir con el corazón que querría hacer mucho más por ayudarlo, pero solo me toca contar su historia y esperar que alguien recoja esta botella.

Si alguien lee este mensaje, que siga el camino marcado..... www.unmilagroparaagustin.com