lunes, 23 de febrero de 2009

El tiempo y otras menudencias...

Tengo sueño. Demasiado. Y estoy desvelado. Para colmo leo una revista, un artículo de Hugo Caligaris sobre el tiempo. Me lo recomendó mi abuela. Salió en la adn Cultura (de La nación) del sábado 21 de febrero.
No sé si es o no es un gran artículo, suelo leer bien predispuesto las cosas que me recomienda mi abuela; no me interesa juzgar. En este caso, que tengo sueño, estoy desvelado y leo, pienso que es raro el tiempo y el aburrimiento. Caligaris dice que quiere aburrirse, pero no como uno se puede aburrir al leer un artículo en una revista científica sobre el funcionamiento del sistema inmune en días de sol, no. Él se quiere aburrirse de que le sobre tanto el tiempo que no sabe qué hacer. Como cuando uno está desvelado y quiere dormir, y no puede, y ni mira el techo porque la luz está apagada, y se para y se sienta y escribe en un blog que está desvelado de sueño. (Yo en realidad estoy en el trabajo, por eso no puedo dar cauce a mi sueño, me obligo a desvelarme y leo artículos).
Decía, Caligaris quiere aburrirse como cuando era un chico. Y mi abuela, que no se aburre porque corre, se habrá sensibilizado por sus ganas de tener horas para desperdiciar, para no usar, para haber perdido. Entonces me recomendó leer el artículo, olvidando que soy militante hiperquinético del hacer. Yo hago. No me puedo aburrir porque siempre voy haciendo cosas y dejando cosas para hacer en un rato, y para después y después. Vivo una especie de agenda que se actualiza constantemente, como una página de internet, como esta misma página que cada ciertos minutos me avisa que se guardó en borrador lo que escribí. Debería existir una especie de blog que, al intentar cargar una entrada, la página va borrando cada 5 minutos lo que se escribe, recordándole al escritor que en realidad es bastante malo. No existiría obra moderna alguna, pero... la gente podría dedicar a aburrirse el tiempo que hoy gasta en leer blogs... y no sería raro que el resultado fuera el mismo...
Alberto Moravia tiene una novela llamada "El aburrimiento". Invito a la gente a leerla. Nada tiene que ver con el manejo del tiempo, pero es muy buena. Es la historia de un hombre, pintor como Moravia, que se obsesiona con una mujer y no puede terminar de entender si Cecilia (la mujer, que es una muchacha en realidad) es o no es venal. No creo que nadie se aburra leyendo la novela, más bien podría pensar: "Es como "El túnel" de Sábato, ¡pero bueno!".
En fin, aburrirse o no, esa es la cuestión. Contar o no contar los segundos. Leer o no leer, supónganse, este artículo.
No lo sé... el tiempo está hecho para que la gente relinche contra él, pero termine mirando su muñeca izquierda.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Una especie de vuelta

Después de larga ausencia, de larga y placentera ausencia, vuelvo al ruedo digital.
Estuve en Chile (no creo que a nadie le importe). Es muy lindo Chile... a veces me dan ganas de escribir sobre sus ciudades. Valparaíso, por ejemplo, ese fantástico Valpo de los poetas, esas subidas y bajadas fértiles para el encanto. Valpo, y la cara se me cubre de suspiros, de ganas de estar allá otra vez.
También estuve en otras partes, cualquier lado es increíble cuando no es propio. Por hoy solo me recibo, me bienvengo e invento palabras de recienvenido.
En fin, espero que los blogs y las calles no se llenen de San Valentín... detesto esa idolatría absurda por el amor comercial. ¡Es catorce de febrero, acordate de que amás a tu novia!...
Voy a buscar versos de Nicanor Parra sobre el tema, seguramente él se burla mejor.