lunes, 21 de marzo de 2011

Ser parte de un milagro

Me pregunto cómo ser parte de un milagro y me respondo que sin buscarlo. Pero el ingenio no me alcanza para amainar la intriga. Uno no hace méritos para entrar en la alquimia del destino. Uno apenas construye un poco la suerte de los demás, de los urgentes.
Por mi trabajo, por el oficio del periodismo que llevo a cabo diariamente en Revista Gente, conocí a un chico que busca un milagro. Se llama Agustín Bustos Fierro, tiene que ser operado, y si lo logra va a significar que 40 millones de argentinos juntaron más de un millón de dólares.
Justamente por esa masividad que dan los medios frívolos (o aparentemente frívolos, porque yo dejé el alma en la nota), es que pude intentar ser parte de ese milagro.
Escribo esto para desentenderme un poco de la angustia que me quedó boyando tras la nota. Escribo esto para sacarme los fantasmas de la espalda y decirle a alguien (¿a mí mismo?), que hice lo imposible por ser parte de este milagro.
¿Cómo? Un maestro del periodismo que tengo de colega me dio unas pistas. Y yo traduje:
Escribir con el corazón que Agustín Bustos Fierro se muere. Que necesita un transplante de médula ósea urgente. Que su mejor chance para sobrevivir sale más de un millón de dólares. Escribir con el corazón que querría hacer mucho más por ayudarlo, pero solo me toca contar su historia y esperar que alguien recoja esta botella.

Si alguien lee este mensaje, que siga el camino marcado..... www.unmilagroparaagustin.com