lunes, 1 de junio de 2009

Emanafesto

1. Si hay algo que no funciona en literatura es el egocentrismo. Si la estadía no es fuera de uno, la distracción no es provechosa. Hay que ser receptivo del mundo y negador de nuestras ideas. Y así encontrar nuestras ideas. Hay que nacer y morir y nacer. Es cierto.
Y después llegará la eternidad, en el olvido.

2. Hacerle caso a los raptos de insolencia y creer en el resultado es un buen ejercicio. El ejercicio es un buen entrenamiento. El entrenamiento entiende de metas superiores a sí mismo. Prepara para lo que vendrá. Nunca es objetivo, siempre medio. El debate es conocido. Hacerle caso a los raptos de insolencia y creer en el resultado es sano para el mantenimiento del blog, del diario o del chiste. Ergo: el blog, el diario y el chiste son entrenamientos.

3. La decadencia del imperio americano es un nombre pretencioso para una película, por más buena que sea. Así podría llamarse, por ejemplo, un libro de historia.

4. Las lechuzas amarillas pueden enloquecer a cualquiera. Nunca miré a una lechuza real a los ojos, pero siempre se las dibuja inquietantes. Algo han de tener.

5. En poesía sólo existen reyes. Los mediocres somos quienes damos vida a la corona. Y nos contentamos entre nosotros. Los reyes, a su vez, por ser reyes de poesía piensan que son plebe, y se mezclan con nosotros. Y nos confundimos. Y algunos, dados con jolgorio a la confusión, pasan a creerse reyes. Pero las cosas que quedan de manifiesto son sólo las palabras de algún rey.

6. Queda de manifiesto que las mariposas son flores en movimiento perpetuo. (Nicanor Parra)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La literatura esta llena de egocentrismos, aunque en un texto no se emplee la palabra YO.
La insolencia (utilizo tus palabras) es equivalente a la accion creativa,que aparece cuando menos la esperamos. Por supuesto, con independencia de los resultados.
Creo que el arte se alimenta del individualismo.
Tu texto es un gran disparador. Lindo tema para reflexionar.
Un abrazo
Bea

Alejandro Bennet dijo...

Beatriz, es cierto lo que decís de la inclusión ineludible del yo y del egocentrismo siempre presente en los textos literarios. No reniego de ellos, sería como renegar de caminar con los pies, cosa que hago todos los días.
A lo que me refiero, tal vez de manera enclenque, es que no funcionan ni sirven los egos del autor, las vanidades, las pequeñas maldiciones que por momentos nos hacen pensar que siempre estamos por el camino correcto, cuando eso pasa pocas veces, o nunca, o cuando el sol y la lluvia se dan vuelta y los lagos artificiales se convierten en cisnes... Pero es lindo reflexionarlo de todos modos.
Saludos

CARMEN MORTE dijo...

Y YO CREO QUE SOS UN GRAN POETA,

Y ME SORPRENDE TU FORMA DE

EXPRESARTE ,DE RECREARTE,

Y DE AMARTE POR QUE NO!