lunes, 17 de diciembre de 2007

Acostumbrarse

Yo que siempre profesé la soledad.
Yo que siempre disfruté la "no alegría".
Yo que siempre me escapé de la verdad.
Yo que siempre quise ser dueño en mi vida.

Hoy entiendo: supe estar equivocado.
Hoy descubro a un hombre nuevo y lesionado.
Hoy veo como viaja hacia un abismo
solitario y corrompido un tal "yo mismo".

Ser solo es más bien insoportable,
ser nadie y que nadie sea nadie,
ver el cielo sin querer ver ese cielo,
ver que el mundo que prefiero queda lejos.

Vivir con el rencor de estar viviendo.
Viajar con la ilusión de que se acabe.
Perder toda confianza en mil pasajes
que contaban con alarde mi coraje.

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